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Parroquia Maria Auxiliadora.
Sant Boi

PASCUA 2024

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        La Santísima Trinidad          

La fuerza del ESPÍRITU 
nos hace testigos de Cristo

Celebramos hoy la fiesta de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo sobre la Iglesia.

Si hacemos oración como cristianos, es gracias al Espíritu que reza en nosotros.

Si, saliendo de nuestro propio círculo, damos la mano al que la necesita, es por la acción del Espíritu.

Si tenemos pensamientos de bondad y de agradecimiento, es el Espíritu el que nos los comunica.

Si nos nace del fondo de nuestro corazón el deseo de perdonar y de ser perdonados, es don del Espíritu.

Si encontramos una palabra viva que nos ilumina o sabemos decir una palabra que dé esperanza, es porque el Espíritu actúa sin parar jamás.

Si, rompiendo esquemas, dejamos que Jesucristo sea el centro de nuestra vida y el camino del Evangelio nuestra vocación, es por la fuerza del Espíritu.

Si nos amamos y queremos hacer comunidad entorno a Jesucristo, es fruto del Espíritu. El Espíritu es el gozo de vivir la fraternidad y la fuerza para ser testigos más auténticos del amor de Dios.

Para rezar

Ven Espíritu Santo, que eres nuestra luz,

brilla en las sombras interiores.

Calienta y transforma nuestros corazones.

 

Ven, Espíritu Santo que haces tu casa

entre nosotros.

Llévanos a los tesoros de tu morada.

Revélanos el viaje interior del amor.

 

Ven, Espíritu Santo, consuelo y consolador.

Cura las heridas. Calma la ansiedad.

Sé consuelo para todos los que sufren.

 

Ven, Espíritu Santo, amor de fuego que consume.

Llénanos de entusiasmo por tu visión.

Que el deseo de la Verdad sea vibrante en nosotros.

 

Ven, Espíritu de sabiduría e inspiración.

Llévanos hacia tu bondad y tu luz.

Dirige nuestro crecimiento y guía nuestros caminos.

 

Ven, Espíritu Santo, fuerza de los que están heridos.

Sé calor de los corazones helados.

Da fuerza a los indiferentes, cuida de los débiles.

 

Ven, Espíritu Santo, fuente de nuestra paz.

Sana las divisiones que destrozan la tierra. AMEN.

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        Ascensión          

Yo estaré siempre con vosotros

La fiesta de hoy, la Ascensión, nos ofrece un nuevo rostro del Resucitado. Cristo es glorificado y “está sentado a la derecha de Dios Padre”.  Y su Espíritu inaugura el tiempo de la Iglesia.

Esta nueva etapa, presidida por el Espíritu Santo, implica el encargo de continuar la obra de Jesús, el mandamiento de vivir de acuerdo con sus enseñanzas y la confianza en la promesa de que Él estará siempre con nosotros.

 

Así comienza la aventura de la propagación del Evangelio por todo el mundo. Hasta llegar a nosotros: cristianos y cristianas con la misión de ser signos y presencia suya en medio del mundo; y así podamos invitar, con el ejemplo de la vida y con la palabra, a abrir el corazón a la Buena Noticia del Evangelio.

Si dejas que tu vida sea iluminada por el Evangelio verás que la luz no es tuya, sino que es un reflejo del Resucitado, que acompaña el camino de muchas personas.

Reflexiona

  • La Ascensión del Señor nos convida a poner nuestra mirada en las cosas esenciales, las que dan sentido profundo a nuestra vida.

¿Voy superando la preocupación por las cosas meramente materiales? ¿Qué está dando sentido a mi vida en estos momentos?

  • ¿Eres consciente de que una vez Jesús acaba su vida terrena y es llevado junto a Dios Padre, tenemos la misión de ofrecer la luz y el mensaje de Jesús a todos, para que experimenten la vida nueva del Evangelio? ¿Crees de verdad que esto es posible, a pesar de las dificultades actuales?  ¿Qué hago al respecto?

Reza

Jesús resucitado, hoy nos manifiestas la plenitud de tu vida, la Vida Eterna. Dios, tu Padre, te la ha dado en el cielo y en la tierra.

 

En la tierra, porque Dios te ha hecho Señor, que ofrece la salvación a todos, y quieres que seamos tus discípulos, caminando en medio de alegrías y de penas, pero convencidos de que TÚ eres el Camino, la Verdad y la Vida

 

En el cielo, porque Dios te ha constituido Señor del universo, el sentido último y definitivo de nuestra vida, la meta del camino de la humanidad....

 

Ayúdanos, Señor Jesús, a superar una visión horizontal de la vida y del mundo, preocupados solamente por las cosas materiales.

Y aspirar a las cosas de arriba, a lo que da sentido profundo a nuestras vidas, como es: vivir desde Dios, la entrega incondicional a los otros y el compromiso de trabajar juntos para hacer una sociedad más justa y solidaria y un mundo más habitable. Amén.

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6º domingo

Amamos a DIOS, amando a los DEMÁS

Tenemos suerte de que el Señor nos ame siempre, a pesar de nuestras mezquindades: envidas, desafectos, murmuraciones, traiciones, odios, rivalidades y egoísmos. Dios no condiciona su amor al nuestro. Ahora bien, aquel que no ama a los otros, demuestra que no ha experimentado todavía el amor de Dios. Y por más que Dios le quiera, él no es consciente porque no percibe este amor. NI tampoco recibe el perdón del Espíritu porque permanece cerrado al amor.

 

Pero, si abrimos el corazón al don de la fe, el primer signo visible es el encuentro con los hermanos: “los otros” se nos hacen prójimos y nos parece normal servirlos, escucharlos, atenderlos, colaborar con ellos, perdonar. Por este camino Dios no sale al encuentro y nos envuelve con su Espíritu.

 

Esta misma experiencia tiene lugar en todas las comunidades congregadas en el nombre de Jesucristo. Cuando los apóstoles comienzan a convivir y a compartir la fraternidad de Cristo resucitado y toman en serio el mandamiento del Señor, el Espíritu irrumpe sobre ellos con el fuego de su Amor, tal como había prometido Jesús.  

Así ha sucedido durante veinte siglos hasta ahora y sucederá hasta el fin de los tiempos: No os dejaré huérfanos, os enviaré el Defensor, el Espíritu de la Verdad.

Reflexiona

    Piensa si estás experimentando realmente el amor incondicional de Dios...O todavía piensas que Dios te quiere porque eres bueno...
    Una prueba de que el Espíritu está en mi es que amo de verdad a los demás. Haz una lista de las personas que quieres de verdad y otra de las personas a las que deberías querer mucho más. 
    ¿Cuando rezo, pido al Señor el don del Espíritu Santo para que puede amar como Jesús...o solamente tengo en cuenta la solución de mis necesidades y problemas más inmediatos?

Reza

Nos dices unas cosas, Señor Jesús, que es un gozo escucharlas.
Hablas de amor, hablas de mandamientos, y para ti es lo mismo: amar a Dios, amando a los demás.
Y tú nos amas tanto que rezas por nosotros para que Dios nos envíe el mejor de los regalos: El Espíritu Santo; que nos hace de maestro y guía, después de que te vayas. El Espíritu de la Verdad que nos has hecho capaces de recibirlo y acogerlo en nuestro interior para siempre.
No nos dejes abandonados, no nos dejes huérfanos. Haz que vivamos la misma vida de Jesús, juntamente con el Padre y el Espíritu, que hará que conozcamos plenamente quién eres Tu y quiénes somos nosotros. Amén

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5º domingo

Unidos a JESUCRISTO
daremos frutos de VIDA PLENA

En este mundo de hoy en qué todo quiere ser un reclamo por el consumo, también ha crecido con fuerza una manera de hacer turismo: pasear por las viñas, participar en la merena cuando es el tiempo…Ahora mismo es el tiempo de contemplar la viña que ha brotado con toda la fuerza, con el verde temprano y vigoroso. Viñas arregladas, muy trabajadas…Pero lo más importante todavía tiene que venir. Sin fruto las viñas no son nada 
Cómo nosotros, sin frutos solo vivimos por las apariencias, obsesionados por la imagen externa. 
El campesino sabe bastante bien que sin fruto las viñas por más gozo que hagan tienen los días contados.T
Rambién nosotros, personalmente y como comunidad parroquial, somos llamados a dar fruto, a dar lo mejor de nosotros mismos. Dar frutos de convivencia pacífica, de amor, a promover la amistad social, de que habla el Papa. Francisco.
Y todo esto, gracias a Jesús que es la cepa verdadera, por donde corre la savia de la Vida Nueva y llega a nosotros, los sarmientos.

Reflexiona

  • •    ¿Pienso que mi fe solamente tiene sentido si vivo injertado en Cristo, la Vida verdadera?
    ¿O me quedo en mis devociones particulares?

  • •    ¿Qué frutos estoy dando en este momento de mi vida para hacer visible y creíble el amor y la verdad de Dios
     

Reza

Señor Jesús, que el mundo, mirando nuestros criterios y estilo de vida, vea que estamos unidos a Ti. 
Queremos convertirnos en camino que conduce hacia Ti. 
Que todo aquel que nos mire, te vea Señor. Que tu Espíritu nos haga audaces para soñar un mundo mejor.

Danos entrañas de bondad y misericodia ante toda miseria humana.
Inspíranos el gesto y la palabra oportuna ante el hermano solo y desamparado.

Ayúdanos a mostrarnos disponibles ante quien se siente marginado y deprimido.
Que nuestra comunidad cristiana, Señor, sea un lugar de amor y de verdad, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella motivos para vivir y esperar. Amen.
 

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4º domingo

JESÚS es el Buen Pastor
que nos da seguridad y confianza

Hoy es el domingo del Buen Pastor. Jesucristo nos busca, nos llama y nos congrega. Nos invita a entrar por la puerta que conduce a la vida. Jesús quiere que seamos comunidad. 
La comunidad no puede ser un lugar cerrado; ni ha de ser una entidad gobernada con autoritarismo. Si fuera así no habría vida, ni crecimiento personal, ni fraternidad.
La comunidad es esencialmente un ámbito de libertad, de comunión, de entrega mutua, de gratuidad, de liberación interior, de intimidad e intercambio. 
La comunidad es la casa de familia, donde las personas reconocen y escuchan la voz de Jesús i donde se parte el pan de la Eucaristía y el pan del amor incondicional.
Comunidad cristiana con unas características:
Un verdadero amor entre los hermanos;
la disponibilidad para servirse mutuamente, 
la confianza y la donación personal, el perdón y la reconciliación; 
la continua lucha por la liberación de todo tipo de esclavitud y degradación;
Y la esperanza alegre y firme de que con Jesús todo es posible.

Reflexiona

  • ¿La figura de Cristo como Buen Pastor me da seguridad y confianza? ¿El seguimiento de Jesús está dando sentido a mi vida?

  • Jesús como Buen Pastor nos recuerda que vivimos la fe no de forma individualista sino en comunidad... ¿Cómo estoy viviendo en estos momentos mi pertenencia a la Iglesia, a la comunidad cristiana? ¿Me siento miembro activo y responsable de nuestra comunidad parroquial

  • Vivo mi condición de cristiano/a con las características enumeradas anteriormente para hacer de nuestra parroquia una verdadera comunidad cristiana?

Reza

Tu eres el Buen Pastor que caminas constantemente delante de nosotros; 
Nosotros, Jesús, te seguimos; y no queremos escuchar ni ir detrás de otras voces, desconocidas, de poco fiar.
Tu, Buen Pastor, amas nuestra vida por encima de todo. Tu sabes quién somos cada uno de nosotros, y conoces lo que nos conviene en  cada momento.
Te podemos llamar Pastor verdadero, porque nos ofreces vida abundante, consistente y eterna, Ya que eres la puerta que nos conduce a la vida, el acceso a la vida de Dios, 
La entrada por donde podemos entrar y salir libremente hacia los prados de la mejor de las vidas. Amén

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3er  domingo

Jesús nos abre los OJOS y el CORAZÓN para
que comprendamos la PALABRA de Dios

Jesús siempre se hace presente en la Comunidad Es el lugar donde se manifiesta y comunica. Donde sus seguidores le reconocen con los ojos de la fe. Donde la Palabra es escuchada y se celebra la Eucaristía.

Alejarse de la comunidad es un gran riesgo. Separarse de ella es exponerse a perder la presencia de nuestro Salvador.

Tuvieron suerte los discípulos de Emaús, que cuando huían de la Comunidad fueron atrapados por Jesús. Suerte tenemos también nosotros, que Dios nos atrapa no solamente cuando lo buscamos, sino también cuando huimos.

A veces pensamos que les fue fácil a los discípulos creer y seguir a Jesús. Nos engañamos. Olvidamos que podemos tenerlo más cerca que ellos si sabemos descubrir que nos acompaña siempre, porque está vivo y camina a nuestro lado. Olvidamos que continúa dirigiéndonos su Palabra nueva u sorprendente, día a día. Olvidamos que, en las Eucaristías, cuando las vivimos de forma fraterna y participativa, en ellas no solamente se hace presente el Señor, sino que la presencia de Jesús se nota y se palpa, porque se repite la historia de Emaús.

Reflexiona

    Piensa en las dificultades que encuentras en este momento para reconocer a Jesucristo en el camino de tu vida. ¿Estás dispuesto/a a hacer alguna cosa para afrontarlas?
    Los dos discípulos de Emaús reconocen a Jesús en la explicación de las Escrituras y en el gesto de partir el Pan, como hizo Jesús la última cena antes de morir...¿Qué importancia das a la Palabra de Dios y a la celebración de la Eucaristía? 
    Los dos discípulos de Emaús, una vez han recocido a Jesús, vuelven a la Comunidad a comunicar la experiencia vivida...¿Qué importancia tiene la Iglesia, nuestra Comunidad parroquial en tu vida de fe?...¿Te sientes miembro activo y responsable de ella?

Reza

Era domingo, el primer día de la Pascua. Pero aquellos discípulos, como nosotros tantas veces, no veían más allá, Señor: no te podían conocer, desconcertados, y con los ojos empañados por las preocupaciones o la decepción.
No les servía de nada: 
ni el largo paseo, ni la conversación, ni la compañía de otro caminante, 
ni el recuerdo de tus obras y palabras, 
ni el relato de las mujeres del grupo, 
ni las misma sagradas Escrituras, 
ni nada que no fuera volver a verte a Ti.
Ahora entendemos, Señor, lo que nos ayuda a reencontrarte, y te pedimos que nos lo hagas saber y desearlo, por medio de la acogida, la escucha de la Palabra y partir el Pan de la Eucaristía.

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2º domingo

La alegría de encontrarnos
con Jesús VIVO

Las lecturas de hoy respiran un clima de alegría y simplicidad especial. El primer signo que más llama la atención de la primera comunidad cristiana es la alegría de seguir a Jesucristo. Todo un reto para nuestras comunidades de hoy 
Nosotros tendemos a elaborar discursos. Los primeros cristianos daban testimonio de la alegría de creer. Nosotros desarrollamos ideas. Ellos producían signos que todos sabían leer.
En el evangelio de hoy encontramos el miedo de los discípulos y el don de la paz que les trae el Resucitado. Las dudas de Tomás que no acepta el testimonio de los discípulos y la salida de Cristo que le invita a tocar las señales de su amor.
El miedo de Tomás es nuestro miedo y sus dudas son también nuestras dudas. Pero como él, solamente tenemos una salida: abrir las puertas de nuestro corazón y las de la comunidad al Espíritu Santo y dejarnos llevar por su aliento; ya que, a pesar de nuestras deficiencias, Él nos ha escogido para ser sus mensajeros.

Reflexiona

    ¿Qué te ayuda y qué te impide descubrir a Jesús Resucitado en tu vida?
    ¿Cómo estás viviendo este tiempo de Pascua? ¿Jesús Resucitado es motivo de alegría en tu vida de cada día?
    Piensa en las personas que esperan tu testimonio de cristiano convencido, que demuestra que Jesucristo está vivo y da sentido a la propia vida. ¿Qué estás haciendo en estos momentos para responder a sus expectativas? 

Reza

Tu amor, Jesús, no nos abandona nunca. Tu amor viene ya de lejos, de siempre, porque es el amor del Padre que te ha enviado para nuestra salvación y la de toda la humanidad

Has llevado a cabo tu obra, amando hasta dar la vida; i ahora, resucitado, nos concedes

el don de tu paz,

el don de tu Espíritu,

el perdón de los pecados.

Tienes compasión de la poca fe de Tomás y de los otros. Y los vuelves a visitar al cabo de ocho días, para que también nosotros, domingo a domingo, recordando este hecho nos volvamos a reunir; y alimentados por tu Cuerpo y Sangre, te reconozcamos cada uno como Señor y como Dios de amor y misericordia. Amén

u Pascua, de tu vida llena de amor sin medida, entregada a la muerte y resucitada. Amén
 

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Última actualització  22 de sptiembre  de 2024

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