
LA PARROQUIA
Despacho parroquial
Horario da atención:
Martes y jueves de 18:30h a 20:00h
y horas a convenir
MIEMBROS DEL
CONSEJO PASTORAL PARROQUIAL
Joan Camps Director de la Obra
Miguel A. Calavia Rector
Victor Onrubia Vicario Parroquial
Elisabet García Catequesis
Jaume Bernadet Grupos de Fe
Pilar Lozano Itinerario de Renovació Cristiana.
Joan Piany Acción social: Càritas-Ajuquart
Mercedes Rupérez Comisión de Liturgia
Teresa Viles Salesianos Cooperadores
Antonio Leiva Hogares Don Bosco
Paco González Comunidad parroquial
Miguel Gómez Esplai Arrels-Centre juvenil.
Eucaristías. Horario
Diaria: a les 19:00 h
en verano a las 20:00 h
Sábados: a les 20:00 h
Domingos y festivos: a les 11:00 h
Eucaristía familiar
Con los niños y niñas de catequesis de primera comunión y sus padres. Un domingo al mes a a Eucaristia de las 11h00
Acogida de càritas
Atención con cita prèvia: Tel 93 652 57 70
Atención sin cita prèvia: martes de 17,30 a 19,30 h
Autorizaciones a
Parroquia de Sant Baldiri
Plaça de la Constitució, 3 (Sant Boi de LLobregat)
(recoged información sobre la documentación necesaria que hay que llevar)
Reparto de ropa Reparto de aliments
c/ Joan Martí 17 C/ Reverendo Solanas con C/ Ronda Sant Ramon
Los miércoles de 16h00 a 19h00 Mañanas: martes, jueves y viernes
de 9h00 a 12h00
Tardes: martes, miércoles y jueves
de 16h00 a 19h00
Un poco de historia
La historia de nuestra Parroquia está muy ligada a la historia de la Obra Salesiana de Sant Boi a la que pertenece. En 1964 comienzan las actividades de los Salesianos en Sant Boi. La Escuela, junto con el Oratorio Salesiano (actividades de ocio y catequesis) fueron las primeras actividades. Rápidamente se va creando en los Salesianos el núcleo de una comunidad cristiana que celebra su fe en los locales escolares. Un aula fue el primer espacio que se usó como Iglesia.
En la década de los sesenta, debido al fenómeno de la inmigración, se da un gran crecimiento del barrio de Marianao, donde está situada la Obra Salesiana. De estar prácticamente a las afueras de Sant Boi, queda integrada con el resto de la ciudad, y se convierte en punto de referencia educativo y social para el barrio en crecimiento y para toda la ciudad.
Junto con el barrio, crecen las necesidades. Por este motivo, en 1972, siendo Arzobispo de Barcelona Mn. Narcís Jubany, será erigida la nueva Parroquia, bajo la advocación de María Auxiliadora. Se confía su animación a la Congregación Salesiana.
En junio de 2004 pasa a formar parte de la nueva Diócesis de Sant Feliu de Llobregat, en remodelarse la Archidiócesis de Barcelona.
Una parroquia salesiana
Hablar de parroquia animada por salesianos es hablar de la aportación original que estos ofrecen dentro de una iglesia particular.
Por lo tanto, desarrollar la identidad salesiana en la parroquia es una condición de vida para los salesianos y un derecho de la Iglesia a ser enriquecida con un don que la hace más universal y eficaz en la fermentación evangélica del mundo.
Cuando un Obispo pide a Provincial de los salesianos de la Inspectoría de Barcelona que se hagan cargo de una parroquia y ellos aceptan es, normalmente, porque se ha constatado por las dos partes la condición de una feliz convergencia entre el carisma y el sistema educativo de Don Bosco y las necesidades pastorales del territorio. Actualmente son 16 las parroquias y santuarios animados por los salesianos en el territorio de la inspectoría.
En principio, todos los rasgos de una parroquia salesiana están descritos en la "Propuesta Educativa de las Parroquias confiadas a los salesianos", que puede encontrar en la sección de documentos. De todos modos, nosotros en subrayamos estos principios:
Una parroquia con una opción preferencial por los jóvenes, y los más pobres, como eje transversal que impregna toda la vida de la comunidad parroquial.
· Una parroquia con una opción popular, y por tanto, integrada en el barrio.
Que es sitúa en el barrio como centro de evangelización, fomentando la centralidad de Cristo, de la Eucaristía y el papel peculiar de María. En esta evangelización, procura ser punto de referencia especialmente los alejados.
Que desarrolla su tarea evangelizadora desde la educación y la promoción integral de la persona (humana y cristiana).
Una parroquia que vela continuamente por ser comunidad y que se vive la acogida a las personas, la atención a los grupos y el espíritu de familia. Por eso crea la armonía entre todos los grupos, procurando la promoción de los propios de la familia salesiana.
Una parroquia, que en nuestra situación social actual, hace una opción para las personas recién llegadas, especialmente los jóvenes y sus familias, favoreciendo la interculturalidad y el diálogo interreligioso.
La parroquia animada por salesianos tiene como responsable la Comunidad Religiosa Salesiana. A ella se le confía la misión. Del espíritu comunitario deriva una visión de servicio orgánico y correspondiente de la evangelización.
La parroquia, comunidad cristiana
Una Iglesia-comunidad de personas, convocada y reunida por iniciativa del Espíritu del Señor. La fuerza que las une es la fe en Jesucristo, que se manifiesta en el amor a Dios y en la caridad mutua.
Una comunidad-servicio. La Iglesia existe para el mundo y se identifica por la misión que tiene en el mundo: anunciar a Jesucristo como salvación, con palabras y obras.
Una comunidad carismática donde los miembros, personas y grupos, han sido enriquecidos por el Espíritu con dones y gracias diferentes y complementarias.
La parroquia como expresión cercana y visible de la Iglesia local, aparece con los siguientes rasgos que caracterizan su fisonomía:
La diocesanitat. La parroquia, célula de la Iglesia local, realiza su misión en comunión con el Obispo que preside la diócesis y en comunión con las otras parroquias y organismos pastorales diocesanos.
La territorialidad. La comunidad cristiana parroquial encarna la Iglesia en un territorio concreto, como centro animador que da sentido eclesial a los diversos grupos y comunidades que existen.
La globalidad de su misión. La parroquia realiza una función integral, ya que acompaña a las personas y familias a lo largo de su existencia, en la educación y crecimiento de su fe, y las acoge a todas cualquiera que sea su ritmo y vivencia de la fe.
La amplitud y pluralidad. La parroquia acoge todo el pueblo de Dios y ofrece al creyente la pertenencia eclesial por el simple hecho de estar bautizado.
La complementariedad. Aunque la parroquia contenga todas las dimensiones de la eclesialidad, para realizarlas necesita la ayuda y la colaboración mutua con otras entidades religiosas e instituciones civiles.
Una comunión de comunidades. La parroquia promueve e integra comunidades con estilo y calidad propias, que se convierten en manifestaciones de una vida cristiana unitaria y nacida de la comunión, que se realiza y se significa de una manera especial en la Eucaristía dominical.
Una comunidad corresponsable. La parroquia, como toda la Iglesia, es de todos los bautizados por derecho adquirido en un mismo bautismo; sin embargo no todos los fieles ejercen igual esta común corresponsabilidad, sino que en la comunión a cada uno le corresponde una tarea, que nace de su específica vocación o don del Espíritu Santo. Su dinámica es de comunión en la diversidad.
Una comunidad presidida por los sacerdotes. Ellos son los primeros colaboradores del Obispo y participan, por tanto, de su misión de enseñar, santificar y regir.
La parroquia, como comunidad eclesial, tiene a Jesucristo por cabeza y en María, como modelo y Madre de la Iglesia.